domingo, marzo 21, 2004

Marzo
Inexorablemente,año tras año,se repite la misma angustia.Una vez mas,nuestra finitud se vuelve explicita y entonces si,podemos cagarnos de risa de este chiste infame y de paso,pegarle una mirada a esta crueldad que si no fuera por nosotros mismos,no tendria absolutamente nada de lindo.
Como tipos de la posguerra,solamente podemos dejar morir un mundo que dejo de ser nuestro hace tiempo.Quizas por eso,las cosas dejan de ser broma y por un rato se cae el escenario.Amablemente,al atardecer destapas una botella de vino y vez como se muere ese verano,y de algun modo,tambien nosotros nos vamos de este plan que jamas terminamos de pergeniar.
Asi es que solo nos llevamos las risas que estallaban como cogoyos una noche de noviembre,el temblor que nos encontro en el Museo,los besos con gusto a Bourbon en el Hotel Leon.Tambien esos días se van al cuerno,y vos sos un barrilete al que se le corta el piolin y no puedo hacer nada por retenerte,ya se que la cague,ese día no habia que tomar el colectivo,pero ya esta.Asi las calles del otoño nos recuerdan que nunca debimos partir, pero inexorablemente nos marchamos de esos patios de la infancia.La momia no le gano a Karadagian,y uno es un boludo que pierde esa mirada.A Gaby se le murio Dios y ya no cree en los milagros.
Asi las cosas,ciertos días de preciosos se convierten en una canallada.Y uno se queda esperando ese mail o la proxima copa.Nada.
Tenia una terraza estupenda desde donde veia la montaña,y no me jodan,por favor,vale cada tanto sentirse eterno aunque uno sabe que es mentira.
Haffner