jueves, mayo 13, 2004
Caminos
Hace un par de noches,el Negro puso 14 puntos seguidos en la mesa de punto y banca.Para nuestras economias pauperrimas,1400 mangos pueden ser una pequeña fortuna,asi es que cuando ya se venia el numero 15,emprendimos la retirada,no sin antes coronar una primera docena y por supuesto,emprender la rapida retirada con los sueños intactos.Un taxi nos condujo hasta esa maravilla culinaria llamada "Zur",y entre los generosos suavignon blanc del valle de uco,unos bifes de chorizo antologicos y el soufle de chocolate,el azar nos deparo una noche inolvidable donde no faltaron las lagrimas y mucho menos las carcajadas.Desde la ventana mirabamos pasar un mundo que esa noche,cosa rara,habia sido generoso con nosotros.En la cocina,una niña preciosa me regalaba miradas afectuosas.El Negro,que sabe de esto y de muchas cosas mas,sugirio la retirada.
-Vamos,mejor irse ganando antes que la fortuna nos suelte la mano. -
-¿Por?-
- Hoy ganamos demasiado,y quien sabe,las bolas pueden venir cambiadas,vamos,otro día volvemos.-
Asi que no sin antes intercambiar besos y abrazos,mirar a la nena de la cocina por ultima vez,y prometer el regreso,la noche nos devoro y nos perdimos para siempre.
Son caminos.A veces no hay otra manera de recorrerlos.Y solo resta retirarse a tiempo,planeando un retorno y rogando a nuestros dioses obcenos para que el azar nos sea favorable.
Y asi,la historia de las historias,quedara por un tiempo determinado en manos de Wellington.Hasta la proxima.
Hace un par de noches,el Negro puso 14 puntos seguidos en la mesa de punto y banca.Para nuestras economias pauperrimas,1400 mangos pueden ser una pequeña fortuna,asi es que cuando ya se venia el numero 15,emprendimos la retirada,no sin antes coronar una primera docena y por supuesto,emprender la rapida retirada con los sueños intactos.Un taxi nos condujo hasta esa maravilla culinaria llamada "Zur",y entre los generosos suavignon blanc del valle de uco,unos bifes de chorizo antologicos y el soufle de chocolate,el azar nos deparo una noche inolvidable donde no faltaron las lagrimas y mucho menos las carcajadas.Desde la ventana mirabamos pasar un mundo que esa noche,cosa rara,habia sido generoso con nosotros.En la cocina,una niña preciosa me regalaba miradas afectuosas.El Negro,que sabe de esto y de muchas cosas mas,sugirio la retirada.
-Vamos,mejor irse ganando antes que la fortuna nos suelte la mano. -
-¿Por?-
- Hoy ganamos demasiado,y quien sabe,las bolas pueden venir cambiadas,vamos,otro día volvemos.-
Asi que no sin antes intercambiar besos y abrazos,mirar a la nena de la cocina por ultima vez,y prometer el regreso,la noche nos devoro y nos perdimos para siempre.
Son caminos.A veces no hay otra manera de recorrerlos.Y solo resta retirarse a tiempo,planeando un retorno y rogando a nuestros dioses obcenos para que el azar nos sea favorable.
Y asi,la historia de las historias,quedara por un tiempo determinado en manos de Wellington.Hasta la proxima.