viernes, mayo 14, 2004
ULTIMO MOMENTO
Haffner, se ha ido a vivir a Ingeniero Favalli, un pueblo ignoto, donde según estudios antropológicos, se practicaba la amistad como culto. Fue llamado a una misión especial. El pueblo, se ve sometido a los caprichos de los androides, quienes por medio de gualichos aprendidos en otros mundos (algunos humanoides espías, corren la bola que son solo virus informáticos, de todas formas el resultado es el mismo), han logrado que en Ing. Favalli, no haya Internet. Aseguran los lugareños, que cuando intentan conectarse, salen cucarachas metálicas de los gabinetes de las computadoras (previo haber comido cables y sobretodo chips, que les son morfológicamente similares). Cuentan otras cosas más terribles, más asquerosas, pero las fuentes son difíciles de identificar como fiables todavía. Haffner, tiene como misión, instalar un ciber café clandestino. Para ello cuenta ya, con el local en que se hacen las reuniones de Alcohólicos Anónimos (en realidad es la falsa fachada, del único bar del pueblo).
El final del mensaje describe lo crítico de la situación “tengo más cosas para contarte, pero no creo que la paloma se la banque”
No se que hacer con la paloma, por ahí la adopto como mascota, o me la como en un guisito, para no dejar evidencias.( de todas formas esta, más mensajes no trae).
Seguiremos informando
Wellington para “La historia de las historias”
Haffner, se ha ido a vivir a Ingeniero Favalli, un pueblo ignoto, donde según estudios antropológicos, se practicaba la amistad como culto. Fue llamado a una misión especial. El pueblo, se ve sometido a los caprichos de los androides, quienes por medio de gualichos aprendidos en otros mundos (algunos humanoides espías, corren la bola que son solo virus informáticos, de todas formas el resultado es el mismo), han logrado que en Ing. Favalli, no haya Internet. Aseguran los lugareños, que cuando intentan conectarse, salen cucarachas metálicas de los gabinetes de las computadoras (previo haber comido cables y sobretodo chips, que les son morfológicamente similares). Cuentan otras cosas más terribles, más asquerosas, pero las fuentes son difíciles de identificar como fiables todavía. Haffner, tiene como misión, instalar un ciber café clandestino. Para ello cuenta ya, con el local en que se hacen las reuniones de Alcohólicos Anónimos (en realidad es la falsa fachada, del único bar del pueblo).
El final del mensaje describe lo crítico de la situación “tengo más cosas para contarte, pero no creo que la paloma se la banque”
No se que hacer con la paloma, por ahí la adopto como mascota, o me la como en un guisito, para no dejar evidencias.( de todas formas esta, más mensajes no trae).
Seguiremos informando
Wellington para “La historia de las historias”