viernes, junio 18, 2004
Cartas Abierta al Genoves
Estimado Genovés: Mi repentina desaparición de Ing Favalli, nada tiene que ver con su persona, a quien estimo y respeto como pocas.
Demás esta decirle que jamás olvidare las inolvidable horas pasadas, donde junto a usted, de seguro alumbramos ideas que en el futuro se plasmaran en un mundo mejor.
La misión en Ing Favalli termino, aun que por cierto las cucarachas metálicas les darán trabajo por un buen rato. En cuanto a los androides, solo puedo decirles que no les guardo rencor, aun cuando parte de mi huida se deba a las incesantes persecuciones de las cuales he sido objeto en este Tiempo. Mi estancia en ese delicioso paraje ya no tenia sentido, todo lo que debíamos hacer esta hecho.¿Que le puedo decir?,Lamento no haberme podido despedir ,pero así son las cosas, usted sabe que nosotros vivimos así, nos jugamos el pellejo en cada gesto, y solo nos cabe hacer del corazón una gran mochila donde almacenar los recuerdos. Mi corazón tiene el aroma de los generosos vinos destapados en el Patio de los Bebedores Solitarios, ese inolvidable rincón donde los secretos se revelaron para siempre.
Genoves querido, me fui y llegue de tantos lugares, querido amigo, me ya despedí de tantos afectos, que a veces siento que seria tarde para todo si me recostara en la melancolía. Hay lujos que no podemos tener. Después de muchos años, me reencontré con mi hermano Wellington, y entre el frió e innumerables nuevos afectos, espero reconstruir mi vida errante. Me pregunto por que a pesar de mis incesantes fugas, jamás me abandonan mis amigos. Esta ciudad me gusta, ,después de muchos años, me permito el egoísmo de pensar en mi. No participo de heroicas gestas, pero sinceramente, soy tan feliz como cuando tenia cuatro años, aun cuando la melancolía me pegue zarpazos a cada rato.
Querido amigo ,espero que el destino nos encuentre en algún lugar. Ya sabe que si las cosas en Ingeniero Favalli me requieren ,estaré allí. Por lo pronto este atento con Machado y no le pierda pisada a las cucarachas. Al parecer, por lo que me cuenta su nieto, por ahora el tema esta neutralizado, pero usted lo sabe mejor que yo, las cosas pueden complicarse. Lo abrazo en mi corazón y le envió desde aquí el mayor de los afectos, hasta el próximo encuentro.
Fraternales saludos Favallistas.
Haffner. (En algún lugar de la Patagonia.)
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Estimado Genovés: Mi repentina desaparición de Ing Favalli, nada tiene que ver con su persona, a quien estimo y respeto como pocas.
Demás esta decirle que jamás olvidare las inolvidable horas pasadas, donde junto a usted, de seguro alumbramos ideas que en el futuro se plasmaran en un mundo mejor.
La misión en Ing Favalli termino, aun que por cierto las cucarachas metálicas les darán trabajo por un buen rato. En cuanto a los androides, solo puedo decirles que no les guardo rencor, aun cuando parte de mi huida se deba a las incesantes persecuciones de las cuales he sido objeto en este Tiempo. Mi estancia en ese delicioso paraje ya no tenia sentido, todo lo que debíamos hacer esta hecho.¿Que le puedo decir?,Lamento no haberme podido despedir ,pero así son las cosas, usted sabe que nosotros vivimos así, nos jugamos el pellejo en cada gesto, y solo nos cabe hacer del corazón una gran mochila donde almacenar los recuerdos. Mi corazón tiene el aroma de los generosos vinos destapados en el Patio de los Bebedores Solitarios, ese inolvidable rincón donde los secretos se revelaron para siempre.
Genoves querido, me fui y llegue de tantos lugares, querido amigo, me ya despedí de tantos afectos, que a veces siento que seria tarde para todo si me recostara en la melancolía. Hay lujos que no podemos tener. Después de muchos años, me reencontré con mi hermano Wellington, y entre el frió e innumerables nuevos afectos, espero reconstruir mi vida errante. Me pregunto por que a pesar de mis incesantes fugas, jamás me abandonan mis amigos. Esta ciudad me gusta, ,después de muchos años, me permito el egoísmo de pensar en mi. No participo de heroicas gestas, pero sinceramente, soy tan feliz como cuando tenia cuatro años, aun cuando la melancolía me pegue zarpazos a cada rato.
Querido amigo ,espero que el destino nos encuentre en algún lugar. Ya sabe que si las cosas en Ingeniero Favalli me requieren ,estaré allí. Por lo pronto este atento con Machado y no le pierda pisada a las cucarachas. Al parecer, por lo que me cuenta su nieto, por ahora el tema esta neutralizado, pero usted lo sabe mejor que yo, las cosas pueden complicarse. Lo abrazo en mi corazón y le envió desde aquí el mayor de los afectos, hasta el próximo encuentro.
Fraternales saludos Favallistas.
Haffner. (En algún lugar de la Patagonia.)