La Historia de Las Historias

Sed

Teníamos hambre y frió, un cuchillo de humo, y demasiadas ganas de estar en otro lugar. Así y todo, podíamos caminar hasta el amanecer, buscando bares, esquinas y aventuras que siempre llegaban. Siempre ahí, como anunciando un mañana que nunca fue. Alguna vez fue la señal de días diáfanos de progreso y augurios de un mañana mejor.Alguna vez festejo campeonatos, alguna vez hospedo a exiliados en días oscuros, alguna vez Eterno Reposo amo a Silvana, la mina mas linda de la ciudad, entre los ligustrinas inmortales que lo rodeaban. Al flaco vargas le partieron un ojo en el parque lindante. Nada de eso importa a estas horas, cuando todos nos fuimos de Favalli, cuando los valores imperantes nos hacen extraños y sentimos que ese mundo que amábamos fue derrotado para siempre.
Mientras tanto, esta ahí, como un dios pagano, testigo de amaneceres y noches, de ebriedades y multitudes enloquecidas, como una señal de la sed que nunca terminamos de saciar.

Herman Avendaño,desde la Nueva Jerusalen.